Listen

Description

Promesas de Dios.

Cuando, nuestro espíritu manda, la carne obedece

Es cierto, la Misericordia de Dios está disponible para todos, por lo que vemos como muchas veces personas, que no han aceptado a Cristo todavía como su salvador, reciben milagros independiente de sus actitudes; mientras, los que han aceptado a Cristo como su Salvador a pesar, que tambien tienen el beneficio de La Misericordia Divina, se les cuestiona su actitud basada en la obediencia ¿por qué? esto es muy sencillo, Dios a través de Pablo nos dijo en Ro.8:23 porque todos somos pecadores: pero, a pesar que esto cuestiona nuestra actitud, veamos que lo que hace es enseñarnos donde estamos parado y la necesidad de nuestro apoyo para que Su justificación nos siga bendiciendo que es la razón por la cual estamos en Pacto con Jesús.

Ahora bien, cuando ya aceptas a Cristo estas en un segundo nivel de perfeccionamiento donde existe la obediencia porque por misericordia solamente no se entra al cielo porque entonces el salvo siempre seria salvo sin importar su comportamiento; recuerda, que por nuestros frutos nos conocerán Maeo7:16 frutos=actitud es lo único que puede reflejarse en nosotros y nadie sabe cuál es el coeficiente necesario de Cristo en nosotros para justificar nuestro andar: y como, es imposible hacer una tortilla sin romper el huevo, así mismo es el camino al Reino, porque es imposible entrar al Reino en pecado. Es por lo que Dios nos dice en Gálata5:17 “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”.

Entonces, el que dirige la lucha es el espíritu y la carne la que obedece al espíritu y el espíritu obedece La Palabra, porque La Palabra es el alimento que fortalece al espíritu; cuando, estábamos en el espíritu en el principio cuando Dios dijo y sojuzgad a quien se lo dijo fue al espíritu no a la carne: la carne seria solamente el traje que nos pondría para sujetarnos a la tierra, y El Reino necesita que todo espíritu que fue creado regrese a su lugar de origen. Pero, para podernos restaurar en un mundo lleno de pecado necesitamos de la justificación de Cristo, para restaurarnos porque seguimos siendo pecadores, y es una realidad sí no, que tire la primera piedra aquel que no sigue pecando.

Pensemos, si todos fuésemos a Las Escrituras para analizar cada cosa que escuchamos o leemos podríamos sacar de nuestras vidas, toda acción que podría destruirnos por falta de conocimiento; entonces, no pensemos que todo lo que leemos nos está enjuiciando sino nosotros mismo veamos si es Palabra de Dios lo que nos llego y si confronta mi espíritu es porque tengo algo que cambiar; recordando siempre, que “La Palabra es alimento para el espíritu” pero, cuando viene adulterada es veneno al espíritu, y somos responsable de cuidarnos.

Dios, te siga bendiciendo grande y ricamente.