Promesas de Dios
“Al morir la duda, pude creerte”
Si pudiésemos, ser autorizado por Dios a entrar físicamente hablando, en cada tiempo existente de La Biblia y pudiésemos ver con nuestros propios ojos, todo lo sucedido en cada tiempo ya transcurrido estoy convencido, que al regresar a nuestro tiempo a nuestro hoy pudiésemos gritar a los cuatro viento YO TE CREO; sin embargo, sabes lo que Dios nos gravaría en nuestra mentes y corazones en ese preciso momento, y que quizás nos moviese el piso, “hombre de poca fe” y con esto, quiero decirte que nos dolería el tiempo transcurrido en nuestras vidas de todo lo que hemos dudado: inclusive, al reconocer en cada momento de nuestro tiempo de arrepentimiento, en el camino de verdad y vida rumbo al perdón que Dios tiene señalado para cada uno.
Todos, fuimos preparados para creerle a Dios en todo, porque para eso nos injertaron El Fruto del Espíritu que es donde radica la fe, unida a Su imagen y semejanza; pensamos, en lo que hemos hablado sobre la fe y la duda para darnos cuenta que la única forma que tiene el enemigo de acabar con nosotros es adulterando nuestra fe ¿Cómo? Con la duda: por eso, cuando satanás le hablo a Eva sobre el fruto prohibido, debemos de entender que la desobediencia es un acto que implica la duda, ¿te das cuenta? Analiza, Dios nos dice que debemos ser más astuto que la serpiente, fíjate como Dios nos lo presenta para ponerlo en práctica en un mundo más desordenado y vacío que nunca.
Al Dios, decirnos que tenemos que ser más astuto que la serpiente entonces, nos enseña que la serpiente es astuta, para que nosotros nos cuidemos para ser más astutos que ella; que sería, ser más hábil que ella para evitar ser engañado sobre lo bueno y lo malo para aceptar o evitar lo que nos llegue: para que en nosotros surja un poder de interpretación mayor que el de la serpiente. Recuerda, la serpiente interpreta la verdad y la convierte en mentira porque la adultera, porque la verdadera interpretación no se obtiene copiando, sino discerniendo la verdad que sería La Palabra de Dios porque si no, nos convertimos en vocero del diablo o del hombre y no de Dios.
A todos, nos es fácil decir que el sueño quiero realizar Dios me lo dio, pero lo que es difícil decir es YO LE CREO A DIOS, y que será realizable a pesar del tiempo que pase y no llegue; ahora bien, el Propósito de Dios en una persona, es una pieza de un rompecabeza inmenso, eso nos dice que cuando vamos a poder definirlo es cuando llegando al cielo tengamos el privilegio de poder ver El Gran Cuadro Divino del cual cada uno de nosotros en su momento determinado del tiempo de Dios formo parte de el: y que, cuando nos lo enseñen no nos veremos sino nos lo señalan cuando Dios nos diga “ese, eres tú”. Y te dirá: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor
Dios te siga bendiciendo grande y ricamente.