Desde que comencé a estudiar La Palabra de Dios, vi lo que se le llama El Sermón del Monte en Mateo 5 6 y 7 como si un padre o abuelo se sentara a conversar con nosotros para aconsejarnos como deberíamos comportarnos en vida que estaría por transcurrir en nosotros; yo, tengo unos cuantos añitos y de vez en cuando regreso a ese momento de lectura de este maravilloso legado y me hago la idea de que estoy en ese lugar: quizás, me preguntes ¿Cómo? Sencillo, pongo la biblia en audio apago la luz cierro mis ojos y me transporto a ese momento te aconsejo que lo hagas para que te des cuenta como cuando llevas varias veces escuchándolo solo sin darte cuenta tu sistema espiritual va absolviendo lo que vas escuchando como si fuese el mismísimo Dios hablándole. Recuerda, que Dios nos habla, 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Esto te lo dejo para que seas tu el que lo analices.
Quizás, te des cuenta, que del capítulo 7 de Mateo que es el que estas escuchando, veras algo que hemos hablado bastante inclusive hace poquito lo tocamos “el juzgar” que comienza No juzguéis, para que no seáis juzgados. Esto es importante en nuestras vidas porque para juzgar siempre el maligno nos va a dar bastante para poder pecar; sencillamente no peques ¿Cómo? No pecando, entonces, para no demorarte más y comiences a escuchar El Taller del Maestro. Dios te siga bendiciendo grande y ricamente.
