“Y Dios nos resucitó con Cristo y nos hizo sentar con él en los lugares celestiales en Cristo Jesús”. Efesios 2:6
La sociedad te etiqueta como un número más en una infinita cadena de números. Sos uno más. Reemplazable, repuesto de un repuesto. Si por algo resaltás es por bueno para nada, falto de ganas, lento. El mundo quiere definir lo que somos. Pero a medida que la gracia de Dios nos atraviesa, las críticas se acallan. Sabés que no sos, quien los otros dicen.
Somos quienes Dios dice que somos: “espiritualmente vivos, vivificados por el Espíritu de Dios”. Tal vez el mundo nos quiera poner en la peor de las posiciones, pero tenemos la posición más alta, una que el dinero no puede comprar, una posición celestial, “sentado con él en los lugares celestiales”. “Uno con Jesucristo”.
Por supuesto, no todas las etiquetas son negativas. Algunas personas te consideran inteligente, exitoso. ¡Pero no se compara con estar “sentado con Cristo en los lugares celestiales” ¡Esa es nuestra mayor esperanza!
La gracia define quienes somos. Se equivocan tanto quienes te creen bueno para nada, y a los que nunca podrás complacer, como nuestros mayores fans, a quienes de ninguna manera podemos decepcionar.
Dios escribió tu historia. Él te dio un rol protagónico en su historia. Somos obras de arte de Dios, testigos vivos de su gracia.
UN MINUTO DE GRACIA, cada martes y viernes, a las 9 de la mañana publicamos un nuevo devocional, un pequeño respiro entre los trajines de la vida.