En esta serie tomamos cada una de las cartas a las siete iglesias para nuestra enseñanza personal, para la iglesia de hoy. No es que el Señor haya escrito sólo para Pérgamo, él ha escrito para nosotros. Como todas las cartas a las iglesias tiene una característica especial: la presencia del Señor en la manifestación de los destinatarios y finalmente la responsabilidad personal. Jesus elogia a la iglesia, que se había mantenido fiel a Cristo pero que toleraba las enseñanzas falsas y que desdibujaban la santidad propia de todo creyente y de la comunidad de fe toda.
