La menstruación es un factor de desigualdad. Los productos de gestión menstrual
(PGM) representan un costo para las personas menstruantes, que son, a su vez,
la porción de la sociedad con menores ingresos, mayores niveles de precarización,
desempleo y pobreza. Los hogares de menores ingresos son los que sienten los
mayores impactos, con niñas y adolescentes que faltan a la escuela o a sus activida-
des recreativas, y mujeres que se ausentan de sus espacios de trabajo.