La certeza de un sueño, una manifestación, una meta siempre viene desde el corazón. Si el deseo llega a vos, es la notificación de que está disponible para que lo manifiestes. Vos elegís, lo tomas o lo dejas. Al principio, es posible que no esté tan claro, pero a medida que pasa el tiempo y con la repetición: llega la claridad. Y eso te permite no tener dudas de que ese sueño, manifestación, objetivo como quieras llamarle está en camino. Algo superior se ocupa de mover las piezas para que tu sueño se concrete. Solo confía en vos y disfruta el proceso.
Gracias por escucharme