Te di siete motivos. Siete razones. Te escribí siete formas de pedirte perdón…
Enumeradas, explicadas, argumentadas, abriendo mi corazón en canal y tú aún así me dijiste que no…
Y ese no, me nublo la razón… me encogió el alma y me abrió los ojos ante la asquerosa situación…
Tuve dos opciones o llorar mares y compadecerme de mi pobre existencia abrazada a mi peluche de aguacate en mi salón o coger impulso y atreverme a cerrar una relación…
Que nunca tuvo una oportunidad, ni una cita y que siempre latió a mil solo en mi interior…
Mi vida se aceleraba, si sentía la emoción de tenerte cerca y ahora que todo ha desaparecido. Mis siete formas de pedirte perdón ya no son más que siete mentiras escritas desde el dolor…