En realidad creo que nunca te tuve, más allá de una amistad desteñida de color verde esperanza…
Siempre me quedo un rayito de esperanza de que fueras de verdad, mi mitad… todo era tan bonito, tan asquerosamente perfecto, tan increíblemente casual…
Había sido como encontrar a una aguja en un pajar… como encontrar a todos los Wally’s de la página…Nada más allá que un sueño incumplido, un deseo incompleto, un juego inacabado por mi…Yo te perdí un día por ser yo misma y dejarle a la vida que sintiera por mi… que me controlara ese calor interior, esa realidad que siempre me invente.
Tú me ayudaste un tiempo a alimentarla hasta que viste el peligro cerca y te alejaste de mi… luego volviste y te fuiste y ahora ya no queda ninguna opción…
No querías lo mismo que yo. Tú nunca me miraste de esa manera. Estaba buenísima si, dicho por ti, pero para las demás, nunca para ti… para ti siempre fui una persona invisible…una mujer preciosa por dentro y por fuera, una mezcla entre loca y buena persona que te hacía reír. Con la que podías ser tu misma pero eso no fue suficientemente importante para cambiar el concepto que tenías de mi…
