La mañana del 19 de de febrero de 2013, Karina del Pozo salió en busca de trabajo. Salió de su casa vistiendo una chaqueta de cuerina negra, blusa café, short verde, botas cafés sin taco, dos pulseras metálicas en las muñecas y un collar de búho metálico. Nadie sabía que este sería el final de su vida y el inicio de un caso que nos sigue generando dudas hasta el dia de hoy.
Un capitulo con la valiosa participacion de la Colectiva Feminista Creando Juntas y que seguro nos llamará a la reflexión.