Los NFT o 'tokens' no fungibles, son activos digitales certificados mediante la tecnología blockchain. La criptografía de estos tokens es la que convierte estos activos en únicos: no hay dos iguales, y no se pueden cambiar entre sí. Esto permite acreditar que la persona que lo ha comprado es su único propietario.
Los bienes raíces tokenizados representan una tendencia emergente que podría convertirse en megatendencia gracias a la creciente adopción de criptomonedas y el desarrollo de plataformas para tranzar activos digitales. De hecho, resultados de un informe de Moore Global, señalan que podrían alcanzar 1.4 mil millones de dólares en 2026.
Esto en el escenario hipotético de que solo se tokenizara el 0,5 % del mercado inmobiliario global (280 mil millones de dólares). La tokenización de activos inmobiliarios opera del mismo modo que la de obras de arte y otros activos: el NFT representa la información de propiedad del inmueble, registrada en Blockchain.
En otras palabras, la tokenización de bienes raíces es una forma de titularizar digitalmente activos inmobiliarios físicos. En la práctica, todos los detalles relativos al bien raíz, como la propiedad, la ubicación, sus características, planos de construcción y derechos del inversionista, son registrados en un contrato inteligente en Blockchain.
Después, el valor del activo se distribuye en una cantidad especifica de fichas criptográficas que son emitidas a los inversionistas y pueden comercializarse en un mercado secundario con comisiones mucho más bajas que las cobradas en los fondos de inversión inmobiliaria tradicionales.