El compositor finés Jean Sibelius escribió en 1903 seis piezas para el drama Kuolema (Muerte) de Arvid Järnefelt, hermano de su esposa. Entre dichas piezas, nos cuenta Clemency Burton-Hill había un vals que, según comentarios de un amigo de Sibelius, se le ocurrió al compositor en el restaurante Kämp de Helsinki – que todavía existe- mientras degustaba ostras, quinina y soda. Sibelius bebía con gran ánimo pero aquel día estaba resfriado y prefirió consumir quinina.
La obra de teatro no sobrevivió, pero sí la música. Sibelius revisó el melancólico vals del drama y lo dió a conocer con el nombre de Vals triste en 1904 y a partir de allí figura en el repertorio de las orquestas.
A continuación Vals triste de Sibelius de manos de la Orquesta Filarmónica de Berlín bajo la batuta de Herbert von Karajan.