Un 29 de mayo hace cien años nacía el compositor griego Iannis Xenakis. Ingeniero de formación, Xenakis revolucionó el panorama musical de la segunda mitad del siglo XX con un enfoque único que ponía las matemáticas en el centro del proceso compositivo como nunca se había hecho hasta entonces. Desde su pieza Metastasis (1953/54), cuyo glissando inicial marcaría una época, publica la revista Scherzo, Xenakis no dejó de profundizar en nuevas formas de control para modular la masa y densidad del edificio sonoro, usando la teoría de probabilidades y creando la que se conoce como “música estocástica”.
La teoría de juegos, la teoría de grupos o el álgebra de Boole son algunas de las herramientas que Xenakis empleó en sus partituras, aunque la abstracta y sofisticada formulación matemática convive en su música con un concepto primigenio del sonido, una contundencia y una expresividad que hablan de manera directa a cualquier tipo de oyente. Porque, como él mismo decía, “la música es la expresión de las visiones del universo, de sus olas, de sus árboles, de sus hombres, al igual que las teorías fundamentales de la física moderna, de la lógica abstracta y del álgebra".
Hoy escucharemos la primera composición electroacústica de Xenakis, Diamorphoses.