El cargo de maestro de música de la Corona inglesa, ha existido desde 1625, cuando Carlos I de Inglaterra nombró director de su banda privada a un músico de la corte llamado Nicholas Lanier. La banda en cuestión, nos cuenta Clemency Burton Hill, debía acompañarlo donde fuera y su misión era tocar cuando a él le apeteciese.
Tuvieron que transcurrir 388 años para designar una mujer en ese puesto: Judith Weir. Esta compositora escribe música ingeniosa sin mayores pretensiones. Es música íntegra y muy concienzuda, pensando sobre todo el propósito y lugar de la música en el mundo.
Weir, alumna de John Tavener, ha compuesto varias óperas, obras épicas para orquesta y coro, piezas vocales y algunas musicalizaciones de versos y poesía.
A continuación escucharemos de Judith Weir de sus Tres corales para cello y piano, la primera titulada Ángeles inclinándose hacia la tierra, de manos de Jonathan Miller en el cello y Randall Hodgkinson en el piano.