El autodescubrimiento es un proceso por el cual generamos rompemos conceptos de nosotros mismos. Así pues, se trata de un proceso complejo, ya que para implicarse en él hay que renunciar a esas impresiones inmediatas e intuitivas que nos vienen a la mente justo en el momento en el que ocurre algo capaz de apelar a nuestro sentimiento de identidad.