Nos puede pasar de manera frecuente en nuestras vidas, que podemos ayudar a alguien, pero por estar distraídos o no querer ayudar sin siquiera costarnos nada, pasamos de largo y con el tiempo nos podemos incluso volver insensibles. Practiquemos la empatía más a menudo. No cuesta nada y deja muchas cosas buenas.