Declaró que él trabajó durante seis meses para toda esa gente. Se desempeñaba como el mayordomo que les asistía en las noches en que se reunían a celebrar sus rituales. Y en ese tiempo le tocó ver muchas cosas, desde ver cómo llevaban en contra de su voluntad a diversas personas a las cuales posteriormente sacrificaban y ofrecían sus órganos en charola de bronce hasta ver salir a las criaturas que alababa.