No podemos evitar que nuestro estado de ánimo cambie porque las emociones cambiantes son parte de nuestra naturaleza, pero si podemos aprender a saber llevar los cambios y ser una persona más estable emocionalmente.
Clave 1: Aceptar tu vulnerabilidad
Cuando Reconoces que eres vulnerable como todo ser humano puedes ser tu mismo/a. De lo contrario intestas huir de aquello o negar lo que te sucede.
Clave 2: Cuidar tu círculo.
De la misma manera que antes de dejar entrar a alguien en casa miramos quién es y luego decidimos si abrir la puerta o no, lo mismo deberíamos hacer con nuestro círculo, con nuestro entorno social. Las personas que te rodean pueden afectar tu estado de ánimo. Por eso es importante cuidar tu círculo, así como cierras la puerta de casa para que no se cuele un ladrón y se lleve tus cosas así también deberías cuidar tu entorno para que no entren personas que se lleven tu tiempo y energía con dramas, chismes, cuentos y demás. Es importante mantener una cierta distancia con todas aquellas situaciones o personas que te causen estrés o disgustos completamente innecesarios. Para ser una persona emocionalmente estable, es importante que aprendas a cultivar buenas relaciones genuinas que fomenten tu crecimiento y apertura mental. Personas que te inspiren, que te comprendan, que te respeten y apoyen.
Tu círculo debería estar reservado para aquellas personas que te desean lo mejor, que quieren lo mejor para ti, que te apoyan de verdad y que te quieren de manera sincera.
Clave 3: Cuidar tu cuerpo.
En cierto nivel, todo lo que pasa por tu mente está relacionado con lo que sucede en tu cuerpo. Por eso, no des por descontado tus necesidades físicas básicas.
Clave 4: No identificarte con tu estado de ánimo.
Conviértete en un observador/a de aquello que estás experimentando. Recuerda: cada sentimiento es un estado mental pasajero y en última instancia, es tu elección reconocer un estado de ánimo, como algo con lo cual identificarte o como un sentimiento que pasará. La estabilidad emocional no se trata de ignorar, negar o reprimir tus emociones porque todas y cada una de ellas son válidas, lo importante es que sepas escuchar lo que te dicen tus emociones. También algo que te ayudara mucho para poder aplicar esta clave y simplemente observar lo que te sucede sin amargarte, flagelarte o sentirte mal es: ser amable y paciente contigo.
Clave 5: Ser tolerante contigo.
Date el permiso para sentir las emociones que han surgido durante el día ya sea agobio, enfado o cansancio. No te machaques por tus errores, simplemente acéptalos, aprende de ellos y sigue adelante con firmeza y seguridad, sabiendo que lo harás mejor la próxima vez. Clave extra: Algo que a mí me ayuda muchísimo a mantenerme estable emocionalmente y pensar con claridad, es preguntarme ante un evento o situación desagradable, ¿me importara esto en 2 semanas? ¿será esto importante en 2 meses? ¿y en dos años?. Esto me ayuda enormemente a mantenerme en mi centro.
Clave 6: Recordar que todo pasa.
Da igual si estás experimentando una inmensa alegría por una gran noticia que has recibido o estás probando una gran angustia por algo que ha sucedido. Nada es permanente y nada dura para siempre. Confía en que ese estado de ánimo actual volverá a cambiar como siempre lo hace. Observarlo, acéptalo y fíjate que mensaje o enseñanza tiene para ti.
Clave 7: Ampliar tu visión.
Siempre tienes la posibilidad de cambiar la forma en la que ves una situación. A veces cuando nos pasa algo nos precipitamos en ver las cosas de color negro o blanco. Pero para ser una persona emocionalmente estable lo ideal es aprender a salirse de esa visión de túnel. Cuando cambias tu enfoque y te conviertes en una persona más abierta es cuando te vuelves en grado de detectar e identificar los aspectos positivos de un evento negativo. ¡Y eso te da un poder enorme!.