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Si bien no podemos evitar pasar por momentos de incertidumbre, estrés y dudas, si podemos aprender a sentirnos mejor y saber llevar nuestras emociones y situaciones. Podemos aprender a lidiar con los altibajos de una manera sabia, calma y útil.

1. Suavizar tu visión acerca de la preocupación.

Recuerda que la utilidad de la preocupación es tratar de anticipar y evitar cualquier peligro potencial para mantenernos a salvo.

Cada vez que sientas esa angustia, inquietud y preocupación, ten presente que es tu cerebro intentando protegerte. Recuerda que si bien no puedes controlar ciertos factores externos, siempre puedes controlar tu respuesta ante una situación.

2. Permitir y aceptar aquello que estás sintiendo.

La preocupación generalmente despierta la sensación de miedo o ansiedad. En este paso, te invito a reconocer y aceptar que ese sentimiento está presente aunque quieras evitarlo porque (lo que resiste, persiste).

Puedes decirte a ti mismo/a: "De acuerdo me permito sentir este miedo", "es normal experimentar una amplia gama de emociones". No te culpes ni te sientas mal por aquello que sientes.

3. Sentir esa preocupación/angustia/inquietud/ con amabilidad. Ahora tenemos la oportunidad de profundizar en nuestra conciencia e investigar el sentimiento.

Prueba esta simple práctica: Simplemente a medida que te preocupes, podrías preguntarte:

- ¿Qué cree este sentimiento?

- ¿Cree que no eres capaz?

- ¿Cree que no eres suficiente?

- ¿Cree que no te mereces algo?

Luego pregúntate:

- ¿Qué necesita este sentimiento en este momento?

- ¿Necesita sentirse atendido?

- ¿Necesita sentirse seguro?

- ¿Necesita experimentar un sentido de pertenencia?

Cualquiera sea la respuesta, puedes plantarlas como semillas en ti. Ejemplo, puedes plantar las semillas de la intención diciendo:

- "Que pueda sentirse al seguro"

- "Que pueda sentirme protegido/a"

- "Que pueda sentirme libre de este miedo"

- "Que pueda sentir que soy suficiente"

- "Que pueda sentir la persona valiosa que soy"

(Según aquello que sientas en ese momento y según tus necesidades, lo vas personalizando).

4. Expandir tu mirada para incluir a todas las personas que estén pasando por lo mismo Sea cual sea tu inquietud, duda, inseguridad, angustia o preocupación es conveniente e importante que recuerdes que no estás solo/a. Sentirte vulnerable es parte de tu naturaleza humana.

Hay millones de personas en este mundo que se sienten así, como te estás sintiendo tú en este momento, muchísimas personas luchan cada día con la misma fuente de vulnerabilidad que estás experimentando.

Algo que te ayudará es pensar e imaginar a todas las otras personas que están pasando por lo mismo por lo que estás pasando tú, y desearles las mismas intenciones que te has deseado a ti. Una práctica que puedes hacer en este paso es:

Decir en voz alta o mentalmente, "que cada persona tenga esa maravillosa sensación de seguridad, que cada persona esté libre de miedos y que cada uno de nosotros y de nosotras podamos sentirnos suficientes".

5. Repetir los pasos anteriores cada vez que lo necesites.

Se trata de repetir los pasos anteriores cada vez que lo necesites.

Podrías hacerlo cada día, no te llevará más de 5 minutos al día una vez que sabes como hacerlo.

A medida que practiques esto intencionalmente una y otra vez, con el tiempo notarás como empezarás a ser menos reactivo/a porque ganarás en claridad, serás más compasivo/a contigo e incluso tendrás la perspectiva de que esta preocupación sea parte de la condición humana.

Pruébalo y verás que si aplicas estos pasos todo cambiará y todo mejorará.

 ¡Un abrazo muy grande!