¿Han escuchado esa frase: la curiosidad mató al gato? Bueno, yo tengo otra frase. Y creo que la no-curiosidad mató el encanto de todo.
Por eso me gusta perseguirla, dejarla que marque el camino. Claro que no siempre es fácil, a veces nos pide cosas incómodas. Pero siempre al final de cada experiencia liderada por curiosidad hay una recompensa enorme. Conocernos más, aprender o desaprender. Es gratificante, siempre.
Para hablar de este tema invité a experta, Malle Hague. Con más de 25 años de experiencia en el tema y 16 como mind coach, ella ha acompañado a CEOs, grupos de inversión y equipos de liderazgo en América Latina & Europa, enfrentándose de cerca a los mayores retos de creatividad del mundo corporativo.
Además, Malle es fundadora de una incubadora de curiosidad e incomodidad sana frente al estatus quo de las cosas, llamada "Paradero.
Y por último, me enteré hace poco que estaba por publicar un libro muy interesante llamado “Llámame Jack” que reúne una guía para despertar nuestra curiosidad estratégica y así saber cómo aprovecharla. Este libro ya está a la venta en Book Vivant, de Miguel Dasso (San Isidro).
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