Que difícil es a veces escuchar la historia de alguien más con entrega total de uno.
¿A qué me refiero con esto? A poder dar nuestros cinco sentidos y toda nuestra atención a lo que nos están contando. Y mientras te cuentan, no vale acordarte de cosas que te pasaron parecidas ni pensar que ya sabes de que trata la historia.
Escuchar es una habilidad que podemos creer que tenemos pero en realidad requiere de mucha práctica, concentración y sobre todo presencia para poder realizarla en su versión mas completa.
En este episodio comparto una idea de como sería mejor poder escuchar las historias que nos cuentan con una energía parecida a la que le damos a libros cuando los leemos con total entrega y paciencia.
Abrazote grande!
Metafórica.