Cuando hablo de entrenamiento en mis episodios del podcast, me gustaría que nadie se asustase. ¿Y por qué lo digo? Porque parece que cuando decimos entrenar, solo me dirijo a las las personas que están preparándose una competición. Pero no es así. Si eres de los que nunca has hecho deporte en tu vida, hazme el favor de escuchar este episodio hasta el final. Quiero que consigas esa constancia que te falta.
Para intentar llegar más fácilmente a tod@s los que os resulta tan complicado hacer cualquier actividad física, había pensado cambiar la palabra “entrenamiento” por otro término menos deportivo, pero me lo he pensado mejor y no lo voy a hacer. Quiero que te familiarices con esta palabra mágica, pues nada más pronunciarla debe ser como un plus de MOTIVACIÓN. Quiero animarte a que cambies tu actitud sedentaria por una actitud de CONSTANCIA, para que mediante el “entrenamiento de tu día a día”, consigas un hábitos que te den una mejor CALIDAD DE VIDA”
“No hay meta inalcanzable, solo gente que se cansa a mitad de camino”
La constancia, me ha permitido correr durante 40 años y espero que muchos más.
Lo primero de todo, coge papel y boli y ponte manos a la obra, ya que te voy a empezar a mandar un entrenamiento personalizado que va a cambiar tu vida por completo.
Independientemente de que seas Messi, Usain Bolt, tu vecino el que corre maratones, tu tía que anda una hora diaria o tu prima que tiene un problema de obesidad tremendo, tienes que saber que tienes un nivel físico “X”, el cual, si tú quieres, lo puedes modificar hasta un punto “Y”, de una forma que te voy a decir.
Y si no la tienes lógicamente como suele pasar con todo en la vida, acabarás dejándote por desmotivación. Para incluir una rutina en la vida diaria debes poner PASIÓN, PACIENCIA y PERSEVERANCIA. Por si no te has dado cuenta las tres palabras empiezan por P, por lo que perfectamente podríamos llamar a este ejercicio que te voy a recomendar, “EL ENTRENAMIENTO DE LAS TRES P”.