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Episodio 191 Hábitos saludables. Te adaptas o enfermas.


PREDICAR EN EL DESIERTO


Mucha de la gente que me quiere y que comparte conmigo gran parte de mi vida, me dice: “No seas tan canso, si ya ves que no te hacen ni caso y los aburres con tus teorías”. Y quizás tengan razón, pero es que cuando ves tan evidente que esta sociedad que nos ha tocado vivir tiene una salud tan débil, me hace sentirme mal. Un ritmo de vida alocado, mala alimentación, sedentarismo, mal descanso, son algunas de las causas que hacen que gran parte de la población, esté enferma. Tenemos que crear hábitos saludables.


TODO VA MUY RÁPIDO Y NO PENSAMOS


Los días van pasando sin darnos cuenta, llega el verano, la Navidad y vuelve a empezar. Todo pasa y no nos damos cuenta. Todas las noches antes de irme a dormir, me gusta reflexionar sobre determinados aspectos de mis días. Pero la reflexión en la que más me centro es la que debemos disfrutar hoy, sin preocuparme por el futuro y por supuesto intentando olvidar todo lo que he hecho mal en el pasado.


“Vivimos a toda velocidad y  durante gran parte de nuestro día, por no decir durante las 24 horas, no somos conscientes de lo que hacemos y por tanto no disfrutamos de muchas cosas que nos pasan”. Esta reflexión siempre la llevo a las vivencias del día a día que por no ser conscientes de que nos pasan, no sabemos disfrutar de las mismas.


Pues bien, ahora pongámonos en las acciones relacionadas con nuestros hábitos saludables. Veras que pasa lo mismo, las hacemos sin pensar y  en lugar de aportarnos salud, no nos producen más que malestar físico y enfermedad.


¿Me entiendes lo que quiero decir?


Hay mucho ruido en el ambiente en que vivimos. Es verdad que aunque hay gente muy buena luchando con sus mensajes para que no nos dejemos engañar, pero son como una gota en el océano. En un principio parece imposible, luchar con nuestra palabra, contra la gran cantidad de dinero que se gastan en marketing las grandes cadenas alimentarias. Estas cadenas consiguen desinformar y hacer que el ciudadano de a pie no se pare ni a pensar lo que se esta metiendo en la boca. Por no decir, los propios gobiernos que siguen basando sus recomendaciones nutritivas a una ciencia errónea y anticuada.