Uno de los grandes problemas del corredor popular, es que no sabe interpretar si su rendimiento deportivo es el correcto o no.
Tenemos que aprovecharnos de las nuevas tecnologías y saber que con un simple pulsómetro podemos obtener mucha información. Además de ser nuestro gran amigo de fatigas, también nos va a dar su opinión de cuál es nuestro estado de forma.
Es muy habitual ver como el corredor siempre se queja de su forma física y suele ser muy negativo con sus resultados.
Pero ahí está el pulsómetro para darnos un tirón de orejas, cuando somos tan pesimistas.
La mejor observación para valorar cómo está funcionando nuestro plan de entrenamiento, es cuando comparamos la frecuencia cardíaca de dos entrenamientos realizados a la misma hora, en el mismo recorrido y con unas condiciones climatológicas parecidas.
Si comparamos los entrenamientos de Febrero del año pasado con los de este año y comprobamos que las pulsaciones medias que hemos utilizado son inferiores a las del año pasado, podremos hacer una estimación de cómo es nuestro rendimiento con los entrenamientos que estamos realizando.
No te debes quedar solo con las pulsaciones medias. Debes mirar otros datos, como pulsaciones de reposo, máximas que estás marcando, pulsaciones al minuto de acabar y otros datos que reflejaran como estamos.
La bajada de pulsaciones de un año a otro, no reflejan siempre al 100% una mejora del estado de forma.