Los resultados empresariales en
Estados Unidos serán el motor de la semana. Al tiempo que evalúan el impacto de
la inflación y el aumento de los costes del crédito en la salud financiera de
las compañías, los inversores se guiarán por las expectativas en torno a los
tipos de interés, ya que tanto la Reserva Federal (FED) como el Banco Central
Europeo (BCE) arbitrarán sus tasas la próxima semana. También está en el radar
la posibilidad de que el Gobierno chino aplique nuevos estímulos a su
tambaleante economía, aunque hasta ahora Pekín ha indicado medidas más
selectivas y puntuales.
Las perspectivas de las tasas en
EE.UU. siguen en la agenda de los inversores. Pero el mercado no puede esperar
mucho de los miembros de la FED esta semana. Estarán en un silencio previo al
la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC). Mientras los
responsables de la política monetaria guardan sus pistas sobre la dirección del
coste del dinero, el mercado sigue de cerca indicadores macroeconómicos estadounidenses
como las ventas minoristas (mañana), los permisos de construcción (miércoles) y
las ventas de viviendas existentes (jueves). Los datos son relevantes porque
dan una idea de cómo gestionará la FED el aterrizaje de la economía. ¿Suave o
forzado?
Se espera que los estados
financieros den una orientación crucial a los mercados, ya que cientos de
empresas presentarán sus cifras en las próximas semanas. Se calcula que las
empresas del S&P 500 registren una caída del 9% en sus beneficios del
segundo trimestre, lo que la convertiría en la peor temporada desde 2020, según
los datos recopilados por Bloomberg Intelligence. En Europa, los resultados
podrían ser aún peores, con una caída prevista del 12%.
China ha vuelto a publicar cifras
débiles esta mañana, renovando las preocupaciones sobre la capacidad de
recuperación del gigante asiático. Las ventas minoristas pasaron del +12,7% en
mayo a sólo el +3,1% en junio, el producto interior bruto (PIB) del segundo
trimestre se expandió un +6,3% (frente a las estimaciones del +7,1% de los
economistas encuestados por Bloomberg) y la inversión inmobiliaria en el
semestre cayó a una tasa anual del -7,9%, contrayéndose a un ritmo mayor de lo
esperado. A la vista de estas cifras, el mercado espera el anuncio de nuevas
medidas de apoyo económico por parte del Gobierno chino.
De esta forma, a esta hora de la mañana el S&P500 retrocede en el entorno de
-0,04%. En Europa la caída también es general, con el Euro Stoxx 50 cayendo -1,13%,
al tiempo que el CAC francés retrocede -1,18% y el DAX alemán opera -0,50%. En
los mercados asiáticos, el Hang Seng y el Nikkei japonés se mantuvieron
cerrados por feriado bursátil, mientras que el índice de Shanghái retrocedió -0,87%
ante la debilidad de los datos chinos.
El mercado local peruano cerró con rendimientos
negativos -0,59%, arrastrado principalmente por el retroceso de los sectores
minero y financiero.