El cerebro es nuestra propia computadora. Capaz de procesar y almacenar todo lo que nos comprende y tomar decisiones que obedezcan a nuestro bienestar. O lo que él entiende por bienestar. Nuestro cerebro siempre quiere hacer lo peor y nunca va a buscar cambiar un hábito que nos resulta cómodo y placentero.
A la hora de dejar las cosas para mañana y desligarnos de nuestros deberes, la maquinaria está a la orden del día y dependemos de nuestra fuerza de voluntad y la consciencia para luchar contra eso.
Hoy en El Eterno Forcejeo, Sara nos trae las técnicas para poder llevar a cabo aquello que requiere toda nuestra concentración.