Hoy el libro del profeta Isaías nos recuerda que el ayuno que agrada a Dios son las obras de misericordia. Que el ayuno que realizamos, Señor, nos convierta desde dentro, que seamos más generosos, solidarios y agradecidos. Que tu gracia nos ayude a contemplarte en todos nuestros hermanos y hermanas, en especial en los que no tienen trabajo y pasan hambre; en los que están enfermos y se encuentran solos.
Bendición: P. Walker Dávila, OSA.
Redacción: Armando Jesús Lovera Vásquez.
