NO SEAMOS CRÉDULOS
Algunas personas creen todo lo que leen o escuchan a través de los medios masivos de comunicación como la prensa, la radio, la televisión y los diferentes medios digitales. Este grupo de personas creen en cualquier rumor que llegue a sus oídos y los divulgan como si fuese una verdad ya comprobada. En este grupo de crédulos también caen algunos seguidores de Cristo, pues creen a toda persona que dice traer un nuevo mensaje de parte de Dios. El apóstol Juan hace un llamado a todos los seguidores de Cristo, para que no creamos fácilmente a las personas que dicen ser mensajeros de Dios: “Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas.” 1 Juan 4:1 DHH.
Desafortunadamente, muchos conceptos que se imprimen, se enseñan, o se difunden no son verdaderos. Este mundo está lleno de personas que distorsionan la información con el deseo de causar una conmoción dentro de la población y generar caos entre ellos. Esta distorsión de información no solo se da en el ámbito secular, sino también en el ámbito espiritual, ya que existen personas que distorsionan el evangelio de Cristo, y anuncian un mensaje distorsionado a las personas que anhelan escuchar las buenas nuevas de salvación. Por este corazón perverso de algunos seudo mensajeros de Dios, el apóstol Juan hace un llamado a los cristianos para que no crean fácilmente a todo hombre que afirma tener una inspiración divina, sin antes verificar, si el mensaje que proclaman es una verdadera revelación de Dios.
De acuerdo a la exhortación de Juan, para no caer en errores doctrinales, debemos verificar las enseñanzas de todo mensajero de Dios y no creer ciegamente en sus palabras. Una de las maneras de verificar si las enseñanzas que traen los hombres provienen de una verdadera inspiración divina es comparando el mensaje que anuncian con lo que Dios dice en Su Palabra, si el mensaje que anuncian contradice un solo verso de las Escrituras, ese mensaje no proviene de Dios. Otras pruebas tienen que ver con su entrega al cuerpo de Cristo, su forma de vida y el fruto de su ministerio. Pero la mejor de las pruebas, es preguntarles lo que creen acerca de Cristo. Con aplicar una sola de estas tres pruebas, nos ayudará a desenmascarar a los seudo mensajeros de Dios, o nos afirmará que realmente son siervos temerosos del Señor a quienes debemos escuchar. Hermanos, debemos tener fe, pero no debemos ser crédulos. Debemos verificar cada mensaje que escuchamos a pesar de que la persona que lo proclama afirme que es de Dios. Si el mensaje es realmente de Dios, será compatible con las enseñanzas de Cristo Jesús.
