El padre Josh Jonhson cuenta en su libro Broken + Blessed una anécdota ha cautivado mi atención. Él cuenta que invitó a su amigo sacerdote una bebida a un bar con motivo de su cumpleaños. Y los dos fueron en ropa clerical. Entonces un señor, ya entrado en años se les acercó y le preguntó: Disculpe, ¿eres realmente un sacerdote católico? Él pensó que era una pregunta más ya que le preguntan frecuentemente esto pues solo tenía 30 anos de edad. Entonces, el respondió con alegría, ¡sí, señor, sí lo soy! El hombre continuó con tono brusco: Solo quería decirle que la Iglesia Católica es la institución más corrupta sobre la faz de la tierra… y los sacerdotes son los individuos más corruptos en el mundo. Después de decirlo, se quedó en silencio sosteniéndole la mirada. Era claro, comenta el padre, que por su lenguaje corporal no estaba bromeando.
Dice el padre Josh que antes de responder, aunque solo le tomo unos segundos, oró al Espíritu Santo, entonces le respondió: Señor, solo le quiero decirle que estoy de acuerdo con usted el 100 %. La Iglesia Católica es en verdad la institución más corrupta sobre la faz de la tierra y que los sacerdotes somos los individuos más corruptos del mundo. Y quiero que sepa que usted está frente al sacerdote más imperfecto y roto que pueda existir.