La Biblia dice que tenemos un tesoro en vasijas de barro (2 Corintios 4:6). Hoy vamos a entender que ese tesoro es la luz del Evangelio de Cristo y que las vasijas de barro son nuestros cuerpos, los cuales deben ser quebrados (sometidos), para que la luz de Cristo en nuestro interior alumbre para salvación de los perdidos.