Ríos Live: El Jesús Que No Puedes Ignorar VII: El supremo amor de Dios
- Pastor Jairo Carmona
Juan 3 v.16
Sin dudas Juan 3 v.16 ha sido uno de los versículos más conocidos dentro de la comunidad cristiana y secular. Martin Lutero le llamo a este versículo "El evangelio en miniatura". A la medida que meditemos en este versículo entenderemos que Lutero no estaba exagerando al darle tal reconocimiento y valor a un solo versículo en la Biblia.
Después de que Nicodemo, aquél fariseo y líder en Israel fuese confrontado con el evangelio de la gracia por medio de el nuevo nacimiento producido por el Espíritu Santo. Este sería otro tema que lo dejaría ciertamente perplejo, pues Israel siempre se había considerado un pueblo especial y habían ignorado el amor de Dios por todos los pueblos.
Este mensaje nos permitirá profundizar en el evangelio de Jesucristo para la salvación de todos los que creen en Él. Sin excepción de raza, color, posición social o trasfondo religioso. Todos, sin excepción tenemos las mismas oportunidades para entrar en el Reino de los Cielos, gracias al supremo amor de Dios por todos nosotros, un amor que se ha expresado y desplegado para toda la humanidad desde el mismo centro de la cruz hace más de 2000 años.
I. Supremo amor en alcance
A. Dios amó al mundo
- Dios no tiene favoritos.
- Algunos aman casas, negocios, dinero, mascotas, entretenimientos, deportes, poder, y gloria... Dios amó a las personas.
Dios, sentado en su trono en la perfecta unidad de la trinidad, quiso amar al hombre.
B. El mundo que Dios amó (contexto vv.18-21)
¿Qué especial tenían las personas para ser amadas por Dios? ¿Que hay en el hombre para que Dios hubiese decidido amarlo?
- Él nos ama porque decidió amarnos.
- Su amor supera la condición espiritual del mundo (v.19; Romanos 5 v.8).
El amor de los fariseos como Nicodemo no alcanzaba a los pecadores, el de Dios muy por encima busca y alcanza al más vil pecador. El amor de Dios alcanza a toda clase de hombre. Su amor alcanza a un mundo herido y en agonía (Lucas 4 v.18).
II. Supremo amor en sacrificio
A. El más alto sacrificio para el más alto amor
Apunta a la grandeza y super eminente amor de Dios... Es algo digno de admirar el amor de Dios por el hombre, pero es imposible comprender que lo haya amado tan profunda e intensamente como para dar a Su Amado Hijo en rescate de su alma.
¿Hasta qué punto estamos dispuestos a amar a alguien? El amor no se mide por las cosas que decimos, sino por el sacrificio que hacemos por el ser amado.
Su Hijo es lo más valioso del Padre: El Dios que nos amó tan intensamente, pudo habernos dado el universo entero, galaxias, ángeles, árcanageles, querubines, planetas, océanos, los tesoros del mundo y del universo pero ¿Podrán estas cosas compararse con Su Hijo...? ¿Tiene más valor las cosas de este mundo y la misma vida nuestra, más que Cristo?
Dios nos ha dado lo más valioso que Él tenía, a Su Hijo (Filipenses 3 vs. 7-8).
B. Él ha dado a Su hijo para ser sentenciado por nuestros pecados
‐ Dios ha dado a Su hijo para que en Él fuese juzgado los crimines contra la ley de Dios cometidos por los hombres (I Pedro 3 v.18).
- Dios derramó su juicio sobre su propio Hijo - Isaías 53 v.10
- Su muerte establece la paz - Isaías 53 v.5
III. Supremo amor en propósito
A. La vida eterna
Las puertas del cielo se abren a todos los hombres por medio del Hijo. Dios desea la salvación de todos los hombres - I Timoteo 2 v.4
Dios ha provisto para todos los hombres - I Juan 2 v.2
¿En dónde se perderán y perecerán las almas de los hombres sin Cristo?
¿Qué es el infierno sino la ausencia perpetua de Dios y la presencia del dolor por los siglos?
Lucas 16 v.24; Apocalipsis 20 v.15
¿Qué es la vida eterna?
Juan 17 v.3
B. La condición para la vida eterna
- La salvación es por fe no por obras - Efesios 2 vs.8-9
Por la fe se nos atribuye la Justicia de Cristo para poder entrar a la presencia de Dios (Romanos 1 v.17; Habacuc 2 v.4).