Ríos Live: Viviendo seguros en tiempos inseguros
Dios es nuestro fiel protector en el peregrinaje de la vida
- Pastor Jairo Carmona
Salmo 121 vs. 1-8
Considerando los tiempos que estamos viviendo como comunidad hispana, sin mencionar las luchas privadas que cada uno de nosotros podemos enfrentar a nivel personal, he decidido meditar en el Salmo 121. Por medio del cual Dios quiere recordar a Sus hijos Su fiel compañía y la firme promesa de Su protección.
El muy conocido Salmo 121 es una melodía para el alma angustiada que mira el peligro y busca un refugio seguro, éste es un salmo gradual o salmo de ascenso, esto es importante porque nos indica que era un salmo que cantaban los israelitas mientras subían o viajaban a Jerusalén para adorar.
En su peregrinaje hacia Jerusalén, se exponían en el camino a muchos peligros, tanto de fieras del campo como de ladrones y salteadores. Era un viaje lleno de inseguridades, a veces por valles, a veces entre montañas, por lo tanto era muy común viajar en caravana, así que este canto les recordaba la protección del Señor y Su fidelidad para guardarlos en todo el camino.
Así mismo nosotros, mientras transitamos por el viaje de nuestra vida, rumbo a la tierra prometida, la nueva Jerusalén, estaremos expuestos a toda clase de peligros, amenazas, enfermedades, maltratos o persecuciones, pero no olvidemos hermanos, que fiel es nuestro Dios en quien podemos confiar, Su brazo fuerte nos guardará y nos guiará hacia nuestro destino en Gloria.
La seguridad del creyente no está en un lugar sino en una persona. No está en un hombre que gobierna un país, sino en aquél Dios que gobierna todas las naciones con el ejercicio de Su palabra. No está en una casa, sino en las manos de Dios.
Es mejor estar con Cristo en la barca que amenaza con hundirse que gozar de la tranquilidad de tu casa pero sin Cristo.
Vivamos tranquilos y en paz porque conocemos al Dios que cuidará de nosotros en todo tiempo. No conocemos que traerá el mañana, pero conocemos a Aquél que lo sostiene y lo gobierna.
I. Los peligros de un peregrino
A. Los viajes de los Israelitas a Jerusalén
B. El camino peligroso hacia Jerusalén
C. Nuestro camino hacia Jerusalén
Pedro llama a la iglesia "extranjeros y peregrinos" (I Pedro 2 v.11).
Pablo nos dice que nuestra ciudadanía no está aquí sino en los cielos (Filipenses 3 vs.20-21).
II. La seguridad de un peregrino
A. La pregunta ante la realidad del peligro
Los montes eran considerados por algunas religiones paganas, las moradas de sus dioses (I Reyes 20 v.23).
¿Viene nuestra ayuda de los montes?
Erramos cuando ponemos nuestra esperanza en la medicina, el consejero o psicólogo, las riquezas de este mundo, un gobierno, líder político, o militar, una institución, un hombre o grupo de personas. Esos son los "montes" donde moran los dioses de algunas personas.
B. La respuesta que vence toda inseguridad
Nuestro auxilio, nuestra ayuda no viene de los montes, no viene de la ciencia, ni de la política, ni de la psicología, ni de ninguna cosa creada visible o invisible. Nuestro auxilio viene de YHWH, El Creador, no de lo creado (Salmo 46 v.1; 34 v.6; Isaías 41 v.10).
III. El Dios que nos da seguridad
A. El Dios que nunca duerme
Él Permanente cuidado del Señor: El Vela permanentemente por Sus hijos.
Las fuerzas de un padre o una madre pueden flaquear, y al caer la noche les podría vencer el sueño, pero Jehová:
1. No adormece
2. Ni duerme
3. "No dará tu pie al rebaladero"
4. Durante el día (sol) y Durante la noche (luna) no sufrían daño alguno.
B. El Dios que nunca está lejos
No es un Dios que cuida a la distancia, es un Dios personal y cercano (Salmo 34 v.7; 34 v.18).
C. El Dios que nos guardará por siempre
1. Salida y entrada
2. Ahora y para siempre
Todos somos peregrinos, y las amenazas están a nuestro alrededor. Pero nuestro buen Dios nos guiará, nos guardará de todo mal. Su brazo fuerte nos protegerá hasta llevarnos a la nueva Jerusalén.
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