Sermones expositivos del Evangelio según San Juan
Serie: El Jesús que no puedes ignorar
XII. Nuestro Proveedor
- Pastor Jairo Carmona
Juan 6 vs.1-15
Estamos en el cuarto milagro, o señal, narrada por el apóstol Juan acerca de Jesús en su misión y propósito de que todos podamos creer y vivir para Cristo.
Este milagro es el único registrado en los cuatro evangelios, y es el primero que Jesús hace en público. La alimentación de más de 15 mil personas demuestra la capacidad de Jesús para proveer milagrosamente en las épocas de crisis y necesidades que podamos vivir.
Las duras pruebas de la vida, las crisis o las enfermedades pueden revelar lo fuerte o lo débil de nuestra fe.
¿Cómo respondieron los discípulos y cómo respondemos nosotros cuando el Señor nos coloca en una situación que desafía nuestras capacidades y recursos? ¿Qué tan fuerte se muestra nuestra fe en épocas de crisis?
I. Una prueba que enfrentaba
A. La gran multitud - vv. 1-4
Se calcula entre 15 y 20 mil personas. (v. 10; Mateo 14 v.21).
¿Por qué le seguía esta multitud? No estaban interesados en sus palabras, sino en sus obras milagrosas.
B. La gran pregunta de prueba - vv. 5-6
"¿De dónde compraríamos pan para que coman estos?".
La pregunta no esperaba la respuesta que Jesús conocía, sino que quería mostrar lo que había en el corazón de Felipe.
C. La pobre respuesta - vv. 7
Una respuesta humana que olvida lo que Jesús es capaz de hacer.
¿Por qué seguimos a Cristo? ¿Cómo respondemos a los momentos de prueba?
II. Una provisión que esperar
Juntamente con la prueba nos da la salida.
A. La responsabilidad de los discípulos vv. 10-12
Hacer recostar, distribuir, recoger.
No es nuestra tarea, multiplicar los panes o los peces, pero sí es nuestra responsabilidad cumplir fielmente con las cosas que Dios nos ha mandado hacer.
B. La obra del Señor - v. 11
Jesús tomó los panes, oró, multiplicó, repartió a sus discípulos.
C. El beneficio de las personas - v. 11
Comieron hasta quedar satisfechos - v. 11
De la misma manera en que Dios ha provisto para esta multitud por medio de Su Hijo Jesús, así mismo proveerá para cada una de nuestras necesidades. (Filipenses 4 v.19).
Jesús se da a conocer como Aquél que provee y suple cada una de nuestras necesidades. Él es quien suple nuestras necesidades físicas, económicas, emocionales o espirituales.
Suple fuerza al débil, compañía al que camina en soledad, gozo en la tristeza, amor en el rechazo, luz en la oscuridad. Podemos confiar en su providencia en medio de las grandes pruebas que vivimos.
Ciertamente Fiel es el Señor y Él "junto con la prueba, nos dará la salida" (1 Corintios 10 v.3)
III. Un plan que preservar
La provisión más importante para el alma de los pecadores sería la provisión de la Gracia del perdón en la Cruz para sus almas inmortales. No la provisión de alimentos para sus cuerpos mortales. ¿De qué nos serviría ir al infierno con el estómago lleno? Pero aquí hay un intento de desviar los planes eternos del Señor.
A. La propuesta de la Gente:
La gente quería coronar a Jesús como rey.
B. La decisión de Jesús
Jesús decidió retirarse ante la intención de las personas de hacerle rey.
¿Qué hubiera pasado con nosotros si Jesús hubiera aceptado la propuesta?
Una Corona Sin Cruz. Ellos pensaban en un reino terrenal, Jesús en el reino celestial; ellos pensaban en un rey que les liberará socialmente, Jesús en un libertador espiritual.
No toda "buena propuesta" es una propuesta de Dios cuando ésta te abandona a sus propósitos, te aleja de la voluntad de Dios, del servicio, la devoción y la santidad.
Jesús demuestra por medio de esta señal que Él es nuestro proveedor. Para nuestras necesidades, no solo físicas, sino también espirituales.
Mientras peregrinamos por la vida, ciertamente careceremos de muchas cosas. Si no son necesidades físicas, serán emocionales o espirituales. Cada sufrimiento del creyente es una prueba de que nos ayuda a depender de Dios y confiar en su provisión.
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