El ciclo menstrual femenino posee cierto poder espiritual y emocional que ha sido ignorado o suprimido en muchas culturas. Sin embargo, cuando las mujeres logran conectarse profundamente con este ciclo, pueden sanar heridas del pasado y emerge su verdadero poder.
• La menstruación representa el poder de la creación (flujo de la vida) y la destrucción (liberación de lo no fecundado). Al honrarla, las mujeres sanan la vergüenza culturalmente impuesta hacia ella.
• La ovulación simboliza la fertilidad, la pasión y la creatividad. Al reconocer su potencia creativa en esta fase, las mujeres se conectan con su vitalidad y sensualidad esencial.
• La trompas de Falopio representan el potencial de la concepción y el milagro de la vida. Al celebrarla, las mujeres celebran su capacidad de dar vida.
• La fase lútea refleja la sabiduría del cuerpo. Al confiar en ella, las mujeres se conectan con su inteligencia femenina innata.
• El ciclo en su totalidad es un mandala de transformación y poder. Al comprenderlo, las mujeres se conectan con los ritmos de la naturaleza y los misterios de la existencia.
Cuando las mujeres despliegan esta conexión emocional y espiritual, suceden cosas poderosas:
• Emergen su autoconfianza y estima propia.
• Sanan heridas del pasado y relaciones tóxicas.
• Despiertan su creatividad y siguen sus pasiones.
• Acceden a una fuente de sabiduría y guía femenina.
• Experimentan mayor plenitud, paz y alegría.
• Reconectan con su ser esencial, poderoso y sagrado.
• inspiran a otras mujeres a seguir su propio camino.
Al comprender el poder de su ciclo, cada mujer puede reclamar su impotencia espiritual y emocional innata.