Entrenar a un buen personal, cuesta. Cuesta tiempo, paciencia, ecuanimidad y fe en las personas.
Sobre todo, es necesario tener la capacidad de ver el “resultado posible” con años de entrenamiento y no quedarnos con la obtusa vision de solo ver lo que “hoy es”.
Depende de un buen jefe, desarrollar a un buen colaborador.
Maru y Ale comparten con honestidad, cómo es ese proceso.