Experimenta el trance para revisar, cuestionar y superar los límites de tu mapa mental. En estado de trance, puedes observar tus pensamientos y reconocer con más facilidad las creencias limitadoras. Algunas creencias son debidas a la influencia social y cultural, generando juicios previos inconscientes acerca de la realidad, pero las que más limitan el potencial latente son las creencias relacionadas con las propias capacidades o posibilidades personales. En el trance conectas con tu centro y observas hasta que punto te afectan, o no, los diferentes tipos de creencias. La actitud requerida es curiosidad y apertura mental.
Desde la perspectiva del inconsciente, las creencias son generalizaciones que hacemos a partir de malas experiencias. Algunos ejemplos de creencias limitadoras son: aunque me esfuerce, nunca conseguiré el éxito; a nadie le importa lo que hago; no soy apto para la vida en pareja; siempre me decepciono en las relaciones de amistad; todos los hombres (o todas las mujeres) son iguales.
Desde hace tiempo se dice que la mente que piensa, con su sistema de creencias, es un buen sirviente, pero un mal amo, ya que se basa en el pasado y en lo que dicen los demás. Es evidente que la mente y el pensamiento son herramientas poderosas y valiosas, pero cuando no se manejan adecuadamente, pueden convertirse en fuentes de estrés, ansiedad y preocupación. Si los pensamientos controlan en exceso nuestras vidas, podemos enfrentarnos a dificultades emocionales y decisiones poco saludables.