Comprender las energías arquetípicas del inconsciente colectivo implica ser capaz de experimentarla directamente, no sólo entenderlas con el intelecto. Para conseguirlo, además del razonamiento lógico, que permite superar las barreras defensivas de la mente, es recomendable percibirlas intuitivamente mediante el estado de trance. Esa es una manera de cruzar el umbral entre los dos mundos y, al igual que el héroe en el mito, atreverse a dominar las fuerzas transpersonales de la naturaleza.
En sus últimos años, a través de la exploración del fenómeno de la sincronicidad, Jung revisó su formulación anterior sobre los arquetipos, reconociendo que trascendían la psique y que correspondían a un orden invisible más profundo, subyacente al mundo físico. Para Jung la psique no está dentro de nosotros, sino que nosotros estamos en la psique, como los peces en el mar.
Esta visión coincide con la de físicos como Wolfgang Pauli, Werner Heisenberg y David Bohm, que proponían que existe un nivel más profundo y sutil de orden en la realidad, que se manifiesta en forma de materia y mente. Es un concepto equivalente al Tao, en que el universo es Qi -energía- que se expresa en sus aspectos Yin y Yang.
Sin embargo, esta nueva cosmovisión es difícil de asimilar por nuestra cultura basada en el materialismo científico. Para conseguir una comprensión más profunda de la conexión con lo trascendente, debemos ir más allá del sistema de creencias de nuestra época y abrirnos a una nueva manera de dar significado a la realidad. Una forma de hacerlo es mediante el estado de trance, que nos proporciona el contexto adecuado para una experiencia natural de expansión de la conciencia.
En este episodio del Guardián del Umbral, puedes experimentar un trance para abrirte al inconsciente colectivo y conectar con tus energías arquetípicas.