Dia 44 | Febrero 13
“A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.” Daniel 2: 23
Esta es la parte final de la oración de Daniel. El orden de las palabras en español es igual que en Aramero: “A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias” El énfasis está en el pronombre de segunda persona: A Ti, te agradezco!. Daniel agradece en particular por no solo haberle revelado a él el sueño, sino por haber contestado la oración de todos los cuatro jóvenes Hebreos.
El agradecimiento es el antídoto contra la codicia expresada en el décimo mandamiento. La raíz de la codicia es la insatisfacción. Cuando uno no está contento y agradecido con lo que tiene, la reacción natural del corazón es codiciar las cosas de los otros. Tenemos muchas cosas por las que podemos estar agradecidos: la vida de hoy es una razón, los alimentos, el vestuario, nuestros hogares, nuestras familias, nuestras iglesias, nuestros hermanos y hermanas, nuestras habilidades físicas y mentales pero aunque no siempre estemos saludables y prósperos financieramente, Dios siempre es bueno y por lo tanto siempre habrá un argumento suficiente para dar gracias a Jehová. Por lo tanto la razón más grande para estar agradecidos es el conocimiento de salvación en Cristo Jesús. El saber que tenemos salvación de nuestros errores y pecados supera cualquier circunstancia desfavorable en nuestras vidas. En Jesús siempre tenemos esperanza. Siempre hay paz y consuelo en el amor de Jesus.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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