Matutina para el Día 141 | Mayo 21
“Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra.” Daniel 5: 4
En medio del sacrilegio, alabaron a los dioses babilonios de oro, de plata, de bronce, de madera y de piedra. Todas estas imágenes sin vida estaban en todos los templos babilónicos. Aquí vemos el contraste del capítulo 4 donde Nabucodonosor alabo, engrandecio y glorifico al Altísimo. Vemos que la experiencia del abuelo no había beneficiado al nieto.
La definición de alabanza nos dice, que es el producto de enunciar afirmaciones positivas sobre una persona, objeto o idea, ya sea en privado o públicamente. Los participantes de la fiesta del capítulo 5 de Daniel hicieron afirmaciones positivas de todos los dioses inertes de Babilonia. Esas alabanzas pudieron haberse hecho con música, con sacrificios o expresiones verbales. Por supuesto todo esto bajo el efecto intoxicante del vino. Nabucodonosor por el contrario, alabó a Dios cuando su razón estaba totalmente lúcida. Nada confundía su mente. Aquí podemos entender que Dios busca que nuestra adoración y alabanza no sean bajo ningún tipo de influencia externa, sino que sean el resultado de una decisión libre de elementos cohesivos, y que vaya motivado por el poder del amor, como lo dice 1 Juan 4: 18: “En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.” Que podamos alabar a Dios con ese amor Divino.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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