Matutina para el Día 121 | Mayo 1
“El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo,” Daniel 4:20-21
Daniel empieza a darle la interpretación del sueño a Nabucodonosor, repitiendolo en su totalidad. Cada detalle es mencionado de nuevo, cada beneficio y utilidad que representaba el árbol es resaltado. Esto es importante tenerlo en cuenta, porque esta profecía aplicaba directamente a Nabucodonosor y se violan principios bíblicos cuando se intenta aplicarla fuera de su contexto.
Existen 5 principios para el estudio de nuestras Biblias. El primero es la “aplicación literal” aquí buscamos resolver las siguiente preguntas: ¿quién escribe?, ¿a quién le escribe?, ¿Qué dice el texto?, ¿cuando fue escrito?, ¿donde fue escrito?, ¿por qué fue escrito?. El segundo principio es la “aplicación Cristo-céntrica” ¿donde está Jesús en el texto o enseñanza? El tercero es la “aplicación personal” ¿como aplica el texto a mi vida en este momento? El cuarto es la “aplicación a la iglesia” ¿cuál es la enseñanza a la comunidad de Jesus, a su iglesia? Y la última es la “aplicación celestial” ¿Tiene un elemento futuro el texto? Un principio lleva al siguiente y así sucesivamente. No en todos los textos se pueden aplicar todos los principios, pero si pudiéramos aplicar los tres primeros principios saldremos reconfortados de cada estudio bíblico o lectura de la Biblia, puesto que entenderemos lo que dice la Biblia, encontraremos a nuestro salvador y convertiremos la enseñanza en algo personal, que se convertirá en río que fluye para vida eterna.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
#Matutina #DevocionalMatutino #Daniel365 #One4Seven