Matutina para el Día 323 | Noviembre 19
“Y se levantará en su lugar uno que hará pasar un cobrador de tributos por la gloria del reino; pero en pocos días será quebrantado, aunque no en ira, ni en batalla.” Daniel 11: 20
El sucesor de Julio Cesar fue Cesar Augusto quien reinó por 40 años. El envió cobradores de tributos por todo el imperio Romano, incluyendo a Palestina. El cobro de impuestos en la antigüedad era la encarnación misma de la opresión real. En el evangelio de Lucas 2: 1 dice: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.”
Cesar Augusto llevó a cabo un censo y su motivo era saber el número de hombres en edad para ir al ejército. En la Biblia encontramos también varios censos. Por ejemplo, Moisés censó dos veces al pueblo y el censo que llevó a cabo David (2 Samuel 24: 1, 2). De este último sabemos que fue un grave pecado contra Dios. Y nos podemos preguntar pero, ¿por que en el caso de Moises no fue un gran pecado pero en el caso de David si lo fue? El propósito era distinto. David quería extender sus conquistas entre las naciones extranjeras, por eso decidió aumentar su ejército y pedir el servicio militar de todos los que tuviesen edad apropiada. Para llevar a cabo este proyecto, hizo un censo de la población. El orgullo y la ambición fueron lo que motivó esta acción del rey David. Y de haberse llevado a cabo su plan, las naciones vecinas tendrían la impresión que el pueblo de Israel debía sus poder y victorias a su ejército y no al poder de su DIos. Este es el pecado más grande, el robar la gloria que le pertenece a Dios y dársela al ser humano. Nosotros debemos siempre buscar que Jesus sea el que crezca en nuestras vidas y nosotros seamos los que menguamos.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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