Matutina para el Día 100 | Abril 10
“Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia.” Daniel 3: 30
Los jóvenes Hebreos fueron recompensados. No se especifica cuál fue el tipo de recompensa que Nabucodonosor les dio. Pudo haber sido dinero, o más poder en la administración de la provincia, o más títulos. Por su lealtad a Dios so pena de muerte, ellos demostraron ser personas confiables con grandes responsabilidades, ya que esa experiencia mostraba un caracter de mucho valor.
El plan de salvación es el resultado de la gracia de nuestro Dios al enviar a su hijo en propiciación por nuestros pecados. Su obra en nuestros corazones nos libera de la culpa y del poder del pecado, dándonos victoria, pero esto no es por nuestros méritos, pero aun asi Dios habla de darnos un galardón, leamos en Apocalipsis 22: 12 “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” Siempre se habla que nadie será salvo por su obras, pero aquí se menciona que el galardón es de acuerdo a las obras. La verdad es que somos salvos por gracia sin obras, pero somos juzgados o recompensados por nuestras obras. Esas obras son el resultado de la gracia transformadora de Dios, del poder del Espíritu Santo en la vida de todos los creyentes. Pero algo sí es claro, que los verdaderos seguidores de Jesus, nunca piensan que sus obras merecen un galardón, o reconocimiento porque siempre le dan la honra y la gloria a Dios.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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