Matutina para el Día 87 | Marzo 28
“He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.” Daniel 3: 17
Ha existido un debate entre los traductores de este texto. Unos apuntan que hay un condicional en el comienzo de esta frase y otros dicen que toda la frase es totalmente positiva. La mayoría afirma que si hay un condicional, pero que no expresa duda ni incertidumbre, sino una total certeza de que Dios puede salvarles del horno, si esa fuese su voluntad y si eso sirviera para glorificar su nombre.
La fe manifestada por los jóvenes hebreos es genuina y digna de ser imitada. Su fe no era un positivismo basado en sentimientos o emociones, sino en principios Bíblicos. Ellos conocían el mandamiento y sabían las promesas por la obediencia, pero sabían que la voluntad de Dios podía ser que ellos murieran en el horno y que eso no cambiaría en nada su fe ni su obediencia. Esta fe, es una fe distinta a la que muchos Cristianos del movimiento de prosperidad profesan. Ellos creen que la fe es una declaración que forza a Dios a hacer nuestra voluntad y que cuando las cosas no salen como nosotros pedíamos es porque no tuvimos suficiente fe. Pero la verdadera definición de fe es distinta, porque pone su confianza implícita en la voluntad de Dios, sabiendo que él quiere lo mejor para nosotros y que si su voluntad es contraria a la nuestra, que así sea, pero que nunca nuestros deseos primen ante los planes de Dios. Jesús demostró esa fe en el Jardin del Getsemani.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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