Matutina para el Día 210 | Julio 29
“Yo entonces miraba a causa del sonido de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.” Daniel 7: 11
Aparentemente, “las grandes palabras que habló” fueron tan fuertes que Daniel se distrajo de la visión del juicio celestial que estaba contemplando. Pero debe haber una razón más profunda que la mera distracción. También ve la muerte de la bestia o el final del sistema u organización, simbolizado por la bestia. Pablo presenta el mismo poder bajo el título de “hombre de pecado”, “hijo de perdición”, “el inicuo”, y habla de su destrucción en la segunda venida de Cristo
El poder catolico romano se tomado titulos que solo que corresponden a Dios mismo, tales como “vicario del Hijo de Dios en la tierra”, “el supremo Dios en la tierra”, “el santísimo”, “su santidad”, “el Santo Padre”. También se ha otorgado funciones únicas de Dios, por ejemplo se dice que “El papa tiene tan grande autoridad y poder que puede modificar, explicar, interpretar o aun abolir las leyes divinas”. Todas estas atribuciones son blasfemias, porque intentan desfigurar la naturaleza y poder de Dios mismo. Por cada una de estas palabras dichas deberán dar cuenta en el gran día. De la misma manera que nosotros mismos deberíamos dar cuenta de cada palabra dicha. Mateo 12: 36 nos dice “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella se darán cuenta en el día del juicio.” y la razón básica es que de la abundancia del corazón habla la boca. En el caso de este cuerno pequeño, hay orgullo, que lo lleva a codiciar poderes o atributos que no tiene y que solo le pertenecen a Dios y que han llevado a multitudes a ser engañadas. Nosotros con nuestras palabras imprudentes o necias también le hemos quitado la gloria que solo Dios se merece.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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