Matutina para el Día 142 | Mayo 22
“En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía.” Daniel 5: 5
El salón del reino median aproximadamente 17 metros de ancho por 52 metros de largo. Los muros eran de yeso blanco. No se nos dice si la escritura era como letras pintadas en la pared o eran talladas, pero lo que sí es claro es que el evento no pasó desapercibido, sino que atrajo la atención de todos los presentes.
La expresión: “la escritura en la pared” es un modismo muy popular en inglés y es utilizado para mostrar que evidentemente algo malo está por suceder. Su origen es la historia bíblica del libro de Daniel capítulo 5. ¿de quién era esta mano? Esta era la misma mano que escribió los diez mandamientos en las tablas de piedra en el monte Sinaí. Y es la misma mano que ha estado escribiendo la historia de esta tierra. Es interesante que esta mano, no tenía una espada, no hizo ruido de truenos, solo escribió, pero fue suficiente para asustar al rey. Si esto es lo que es capaz de hacer el dedo de Dios, podemos imaginarnos de cuantas cosas es capaz. Pero la mano de Dios también se ha manifestado para proteger a sus hijos, para guiarlos, para fortalecerlos , para levantarlos cuando hemos caído. La mano de Dios quería advertir del inminente desenlace del reino Babilonico, pero el rey no quiso aceptar al dueño de la mano. Quiera Dios que hoy no solo busquemos la mano sino que busquemos el rostro de nuestro Salvador Jesucristo.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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