Matutina para el Día 152 | Junio 1
“Y ahora fueron traídos delante de mí sabios y astrólogos para que leyesen esta escritura y me diesen su interpretación; pero no han podido mostrarme la interpretación del asunto.” Daniel 5: 15
Belsasar le explica la incapacidad de los los sabios y astrólogos Babilonios para interpretar la escritura en la pared. Esto está en contraste a la actitud que había demostrado su padre Nabucodonosor, quien reaccionó “con ira y con gran enojo” ante la misma situación en su primer sueño. Belsasar en cambio de estar airado está aterrorizado, la descripción del versículo 6 es que sus piernas tiemblan, como también es posible lo hiciera su voz al hablar.
El miedo y la ira son dos emociones humanas. La primera: el miedo; es la anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre e inseguridad; y la ira es la rabia, resentimiento, furia e irritabilidad antes un evento que no podemos controlar. Cada una de estas emociones tiene una finalidad adaptativa. El Miedo nos conduce a la protección, a apartarnos de un peligro y actuar con precaución. En cambio la ira nos induce hacia la destrucción. Aquí entendemos la dos reacciones distintas de Nabucodonosor y de Belsasar. El primero quería destruir a todos los sabios del reino. En el segundo, el deseaba encontrar una solución a la escritura en la pared, pero desafortunadamente no lo hace porque ha entendido la causa de todo lo que allí está pasando, sino por la reacción básica a la emoción del miedo. El Apostol Juan nos dice en 1 Juan 4: 18 “ En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” El amor de Jesus es el único que puede erradicar la ira y temor, llenando nuestras vidas de paz; acepta este amor.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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