Matutina para el Día 307 | Noviembre 3
“Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; no a sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó; porque su reino será arrancado, y será para otros fuera de ellos.” Daniel 11: 4
El lenguaje que utiliza el ángel es muy específico y detallado. Alejandro Magno acababa de llegar a la cima del poder cuando fue quebrantado. En el año 323 a. C. enfermó severamente y en 11 días murió. Su hijo póstumo fue coronado pero fue asesinado mientras aún era un niño. Luego cuatro generales tomaron control del reino. Estos puntos también son mencionados en Daniel 7: 7; 8:22
Nunca la vanidad del mundo y todas sus cosas se mostraron más evidentemente que en la historia de Alejandro Magno. Un hombre que parecía tenerlo todo, muere en su juventud. Ninguno de sus familiares pudieron gobernar y ni siquiera disfrutar los bienes materiales y la gloria que Alejandro había ganado. Eclesiastés 1: 2 dice “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.” La definición de vanidad es “vapor” es algo pasajero que existe por un momento pero puede desaparecer en cualquier momento. En este mundo los trabajos, diversiones, las cosas agradables a nuestro sentidos pasan a ser como un vapor, una vanidad, algo que ahora está y que en cualquier momento puede desaparecer. Aun nuestras propias existencias sin la esperanza de la vida eterna, serían una total vanidad. Es por eso que el evangelio de Jesus nos invita a poner nuestro ojos más allá de lo que terrenal, leamos en Colosenses 3: 1, 2 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Daniel en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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