Día 39 | Febrero 8
“En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová.” 1 Reyes 6:1
La profecía se cumplió tal cual Dios se la había dado a David. Su hijo Salomón construyó el templo. En este pasaje es llamado: “La casa de Jehová” ya que fue Dios mismo el arquitecto, quien le dio los planos precisos a David. El propósito mismo era la honra y la gloria de Jehová, y esto hizo que el templo de Jehová trascendiera por encima de cualquier otra edificación.
El Apostol Juan nos dice en San Juan 2:19-21 “Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas él hablaba del templo de su cuerpo.” Aquí nuestro salvador hace una conexión entre el templo literal y su propio cuerpo. Tanto el tabernáculo levantado por Moises, como el templo construido por Salomón tenían el objetivo de ser la morada de Dios en la tierra. Por encima del propiciatorio estaba la sagrada presencia permanente de Dios. Jesus era la gloria divina en el templo de carne humana. Su presencia mostraba el plan de salvación ilustrado en los símbolos del Santuario. El también hace mención de su misión de morir y resucitar al tercer día. Jesus desea establecer su morada en nuestro propios corazones de manera permanente. Acepta que él more contigo en este dia.
Soy Oscar Oviedo y este es el Devocional “Jesús en 365 días”
Producido por el Ministerio One4Seven
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