Jueves 12 de Marzo, 2020
EL HIJO DE HOMBRE
Hemos ya visto detalladamente que en el Capítulo 10 de Daniel, la imagen visible de YHWH, quien es Yeshúah, se presenta al profeta después de 21 días de oración y aflicción. Teniendo en cuenta que es una entrevista de uno-a-uno, el resto del capítulo resultará fácil de digerir. Retomemos a partir del versículo 15.
Dan 10:15-21
15 Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y enmudecido.
Daniel acaba de escuchar de labios de Yeshúah, vestido en su gloria, que ha venido para hacerle saber lo que será de su pueblo. Para Daniel, este es un momento de tres puntos suspensivos (...). Después de todo, el profeta lleva tres semanas en ayuno y oración motivado precisamente por la incertidumbre del destino de Israel. Sabe por Jeremías, que el tiempo del cautiverio está por expirar, pero también sabe que el pueblo no muestra haber regresado al Toráh y sigue viviendo en pecado. Se ha de haber imaginado lo peor. Es el momento de escuchar la decisión del Altísimo y Daniel no puede más que humillarse y enmudecer.
16 Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.
En el v.16 cambia la dinámica pero no los personajes. Cambia la percepción de Daniel con respecto a Yeshúah. Cuando voltea su rostro al Eterno lo percibe como humano. Hijo de hombre es un título a Yeshúah. No confundamos y queramos inventar nuevos personajes. Después de un momento para asimilar lo que está pasando, ajustar sus pupilas a la intensidad de la luz y entender quién es al que tiene enfrente, Daniel cae a cuentas que su visitante tiene aspecto humano después de todo. YHWH se tiene que despojar de toda su gloria y a través de Yeshúah, hacerse visible en forma humana. El mismo concepto de Hijo de Hombre lo utilizó Yeshúah para auto- nombrarse así y lo encontramos en múltiples referencias, por ejemplo Eze 1:26, Fil 2:7-8 y Apoc 1:13
17 ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.
El lenguaje utilizado confirma que se dirige a YHWH. Lo llama Señor, y él mismo se reconoce como su siervo. Este lenguaje resultaría inaceptable hacia un ángel.
18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció,
19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
20 El me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá.
21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Primero, YHWH se asegura que Daniel está en condiciones de escuchar. Está a punto de abrir la cortina y mostrarle lo que ha de ser del pueblo de Israel.