Viernes 13 de Marzo, 2020
LEVÁNTATE Y NO TEMAS
En Daniel 10, hay tres instancias en donde Yeshúa toca a Daniel, en los versículos 10, 16 y 18. Es claro que cada que lo toca es con un propósito. Leamos cada uno de esos toques:
Daniel 10:10
Y he aquí una mano me tocó, e hizo que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos.
Daniel 10:16
Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han sobrevenido dolores, y no me queda fuerza.
Daniel 10:18-19
18 Y aquel que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció.
19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
En los Evangelios del Nuevo Testamento, hay múltiples episodios en los que se describe a Yeshúa tocando a diferentes personas. Recordemos algunos:
En Mat 8:3 Yeshúa sana a un leproso
Matthew 8:3
Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció.
En Mat 8:15, frente a la enferma suegra de Pedro
Mateo 8:15
Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
En Mat 9:29 regresa la vista a dos ciegos
Mateo 9:29
Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
En la escena de la transfiguración descrita en Mat 17 con Pedro, Santiago y Juan como testigos vemos en los v.6-7
Mateo 17:6-7
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.
7 Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.
Podemos claramente ver el patrón. Cada que Yeshúa levanta su mano para tocar, lo hace con un propósito. De la misma manera, tuvo un propósito cada una de las tres veces que tocó a Daniel. Y hubo un efecto, un resultado, cada una de las tres veces que Daniel fue tocado por Yeshúa.